hechizo de amor frustrado

El varón que intentó amarrar su relación con otro fracasó. El hallazgo de las dos sandías, que en un principio se pensó eran paquetes de droga, acabó con el hechizo. Alfonso Rivero Díaz, propietario de la tienda de artículos esotéricos El rey Tutul Xiu, asegura que las dos sandías que el mar sacó a la playa de Chelem el sábado forman parte de un sofisticado ritual amoroso que ya no surtirá efecto.

“El embrujo de amor no tendrá resultado, pues el fin de que las sandías sean tiradas al mar es para que nadie las halle”.

Dentro de las sandías había una carta dirigida por Alejandro a su pareja Francisco, con frases como “nunca me dejarás”, “siempre estaremos juntos”.

El comerciante, quien tiene su local en el segundo pasillo del mercado Lucas de Gálvez, señala que los rituales para el amor se pueden clasificar en tres tipos: los caseros, los amarres y los sofisticados que requieren de la guía de un experto. En un ritual casero se utilizan velas aromáticas de fresa o de pétalos de rosa, a las que se les escriben los nombres de la pareja que se quiere unir.

Los amarres son hechos ocupando dos veladoras, una con forma de mujer y una con forma de hombre. A cada una se le escribe el nombre de la persona y luego se amarran con un listón rojo; antes de encenderse, se untan con azúcar, miel y canela.

Las sandías corresponden a un ritual más sofisticado, bajo la guía de un santero, y se llegan a utilizar prendas íntimas de las dos personas, papel pergamino donde se escriben frases y los nombres de las dos personas que se colocan dentro de las frutas.

Las sandías son selladas con cera, se tiran al mar o se pone en un lugar donde nadie las halle